Las geodas tienen una energía muy especial, la mayoría contiene cuarzo o calcita, aunque también pueden contener amatista, calcedonia, pirita, hematita, aragonito, dolomita entre algunas otras.

Las geodas nos ayudan a comunicarnos con los seres divinos, crean un flujo CHI (positivo) en algunas áreas de la casa, debido a la característica de que tener estos cristales proyectados hacia adentro, se le asocia a un vientre y por lo tanto a la energía femenina, ayudan a crear mejores estados de ánimo, balance y son de gran ayuda con la meditación, alivian el estrés y son ayuda en el l proceso de tomar decisiones, son un gran apoyo en viajes astrales, sus propiedades sanadoras se enfocan en el sistema nervioso, las manos y los pulmones. Su belleza inspira bienestar y espiritualidad. Nos recuerda la maravillosa energía y sabiduría que hay en la introspección.

Para trabajar con las geodas puedes colocar un papelito con algún decreto o sueño que desees ver realizado en tu vida, lo pones adentro de la geoda la cierras con su otra mitad (necesitas una roca completa para este hechizo) y lo dejas ahí a que la energía de la tierra vaya generando tu deseo. Otra forma de trabajar la geoda es tenerla cerca de tu lugar de trabajo, sobre todo en el área donde llevas a cabo decisiones, para salud, procura llevar una mini-geoda o pequeña druza contigo.

Las geodas absorben la energía negativa y hacen como de elemento transformador, para terminar liberando energía positiva en la habitación o en el lugar en el que nos encontremos. También aumenta los sentimientos espirituales, es algo que sirve para estimular la reflexión y la desconexión. Además, elimina la radiación de todo el cuerpo, y contribuye a que tengamos una mayor concentración. Asimismo, las geodas contribuyen a mejorar la inteligencia, a trabajar el cerebro y a fomentar considerablemente la creatividad.